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Culto a San Martín de Porres en Cachicadán

El culto a San Martín de Porres en el distrito de Cachicadán se remonta a inicios de los años cuarenta. Cuenta la tradición oral que por esa época llegó a estas tierras la familia del señor Ramón Elías Cáceda a gozar del clima benigno y las aguas termales, ya por entonces famosas. La señora Rosa de Cáceda sufría de un reumatismo avanzado y al parecer incurable, y tanto ella como su esposo eran muy devotos del entonces Beato fray Martín de Porres. Es así que entre oraciones al Beato moreno y baños en las pozas del pueblo, quedó curado el reumatismo de doña Rosa.

Los esposos maravillados atribuyeron este milagro a San Martín y cumplieron el ofrecimiento que habían hecho de regalar una imagen del Beato para que fuera venerada por todo el pueblo, promesa que se cumplió el 12 de junio de 1940. Por entonces la patrona de Cachicadán era la Virgen del Carmen y la colectividad no estaba muy convencida de las bondades del Beato moreno, a quien no conocían ni sabían de sus milagros. Por doquier se escuchaban voces de protesta en el lenguaje lugareño: "!Atay!, ¿Dónde han visto un taitita negro? !Qué, pué, ¿será castigador?", comentaban. Sin embargo, sucesivos hechos considerados portentosos convencieron a los descreídos. Poco después fray Martín fue declarado patrón del pueblo de Cachicadán.


El 9 de noviembre de 1941 se llevó a cabo la fiesta inaugural a cargo de la hermandad de devotos que se había creado, se bendijo la imagen donada y se instituyó la fecha como día central de la festividad. A partir del año siguiente se nombró un Mayordomo y se realizó con gran despliegue de bandas folklóricas, fuegos artificiales y actividades deportivas y culturales, incluyendo corrida de toros

Este es en síntesis el relato de la historia del culto a San Martín de Porres, que hemos creído conveniente entregar al pueblo de Cachicadán para que conozca la génesis de su fe y tradición.

Fiesta Patronal en Honor a San Martín de Porres en Cachicadán

El pueblo de Cachicadán, habitualmente apacible y silencioso, se torna animado y se llena literalmente de gente en la festividad de San Martín de Porres, su Santo Patrón, cuya fecha central es el 9 de noviembre, pero que se da lugar a celebraciones de mas de una semana.

Por tradición se nombra cada año un "Mayordomo", quien se encarga a lo largo de los 12 meses de preparar la fiesta siguiente y conseguir la concurrencia y colaboración de la mayor cantidad posible de personas dentro y fuera del pueblo.
Durante los tres días principales de la fiesta el Mayordomo recibe en su casa a los pobladores y visitantes, invitando los potajes tradicionales y la infaltable chicha de jora.
También preside todas las celebraciones, tanto religiosas como folclóricas, y al final de la fiesta debe rendir cuentas a la hermandad de devotos acerca de las actividades realizadas y los resultados económicos de las mismas.
El programa se inicia con las Novenas, que se llevan a cabo desde el 29 de octubre, y que motivan reuniones de amigos y familiares de los devotos que las ofrecen. La fiesta propiamente dicha comienza el día 7 de noviembre, cuando llegan las bandas de música y los grupos de danzantes, las tradicionales "mojigangas".

Cada una con multicolores trajes y diversos ritmos y estilos, los loritos, negritos, quillallas, indios, diablos, etc., todos danzan en homenaje al santo moreno.

El día 9, luego de la misa de fiesta, sale en procesión la imagen de San Martín en hombros de sus mayordomos, devotos del pueblo y visitantes para recorrer las calles.

Durante los días 7, 8 y 9, se llevan a cabo competencias deportivas, peleas de gallos, desfile de bandas y otras actividades en el municipio, pues la fiesta patronal coincide con el aniversario de creación política del Distrito.

Himno a Cachicadán

La tierra de Cachicadán Donde he nacido yo, es un rincón florido De mágico primor. Sus frondas primorosas Cubiertas de alcanfor Y sus montañas rígidas Que inspiran el amor. Oh, oh,oh, Esa es mi linda tierra Que quiero yo, Oh, reina de mi corazón Tu mi canción, tu mi canción, tu mi canción. Su cielo azul y límpido le sirva de dócel, Y dan arrullo plácido Las aves a sus pies. Sus aguas minerales Le obsequian más vigor Para los hombres débiles Que buscan la salud. Oh, oh,oh, Esa es mi linda tierra Que quiero yo, Oh, reina de mi corazón Tu mi canción, tu mi canción, tu mi canción.

 

Wuallio – Sagarbal

Ambos cerros con restos arqueológicos ubicados en el mismo límite de Paccha, Tambillo y Condogorco, caseríos de Cachicadán y Santa Cruz de Chuca.

Iniciando la subida al cerro Huallio por el lado norte encontramos las ventanas esculpidas en una enorme roca plana, las mismas que en su parte exterior son cuadrado rectangulares y en el fondo en forma de trono, una persona cabe normalmente en cada ventana (en cunclillas) y además algunos enseres; su subiendo hacia la cima del cerro se encuentran tinas cuadradas esculpidas en la misma roca, una de ellas casi tapada con plantas de paja y otras yerbas de la zona, piedras pequeñas y por los contornos piedras rectangulares también esculpidas siguiendo hacia el este encontramos otro pozo con gradas por los costados en la parte superficial, parece un pozo de baño, siguiendo en la misma dirección en una parte más alta y en la roza existe otro pozo similar a los anteriores con la diferencia que no falta del agua y se encuentra tapado con una enorme roca plana se puede obtener agua con un poco de dificultad; siguiendo en la misma dirección y descendiendo encontramos cuatro piedras talladas de aproximadamente 4.5 m de largo, una caídas y otras inclinadas, se dice de ellas que puede ser un reloj solar.

Bajamos en dirección norte y encontramos otro pozo similar a los descritos pero con gradas, probablemente fue un baño. En la parte baja del cerro existe un túnel, con gradería interna en el mismo que conduce a la cima del cerro.

Frente a Huallio en dirección norte se encuentra el cerro Sagarbal, por los restos arquitectónicos parece una ciudadela perteneciente a la cultura wari, tiene diseñada: Calles, acequias y una plazuela circular en la misma cima del cerro; por el lado sur las construcciones escalinatas alcanzan 14 pisos, por los otros contornos existen tumbas destruidas y/o saqueadas y algunos restos óseos, las construcciones son de piedra llamada granito (muy dura), estudiosos e historiadores afirman que Sagarbal fue una tribu y Huallio una fortaleza o lugar

donde se realizaba rituales religiosos la existencia del túnel y la cantidad de piedra menuda que existe en todo el cerro Huallio nos da indicios de que fue fortaleza; por los pozos o tinas se cree que fue lugar de rituales; las ventanas pudieron ser tumbas de algunos dirigentes de la tribu, además frente a las ventanas en una buena longitud existe un amontonamiento de tierra, en algunos espacios del mismo se observa pequeños huecos cuadrados, hechos con piedras planas, aparentemente para llevar aire hacia una profundidad, se supones que algunas personas de menor linaje se encuentran sepultadas ahí.

Además en el caserío de Paccha se encuentran restos arqueológicos con tronos esculpidos en la roca en los cerros: Inga Corral, Chulite, El Cipe (La sala) y Huacaz.