Mes de los Carnavales. Hay años, en que la sabia naturaleza, suspende por unos días su torrenciales lluvias y permite no sólo el juego del agua sino los corzos alegóricos, como el de 1948 en que la notable educadora, Isabel Luján Quezada, fue elegida reina del Carnaval de Cachicadán Febrero es el mes de los cilulos, llamados simplemente "palos". El cilulo es la "Yunza" o "Tumba montes" de los pueblos del centro, pese a que hay tantos eucaliptos, en Cachicadán se prefiere los sauces o alisos para los cilulos porque son más pequeños y frondosos.
Después de "vestir" al cilulo con adornos y regalos diversos, especialmente golosinas para los niños, comienza la diversión. los asistentes escogen sus parejas y tomados de las manos hacen una ronda en torno al "palo cilulo" al son de la clásica tonada "Ya se llegó carnavales, cilulo..." ya sea cantada por los presentes o ejecutada por un "cajero" o chiroco. Cada pareja tiene su oportunidad para cortar el cilulo, provista de un hacha pequeña o machete. El corte tiene que hacerse bailando alrededor del aplo. La pareja que logra tumbarlo es la encargada de colocarlo el año siguiente.
La pareja que mata al gallo, en cualquiera de las modalidades queda obligada a reponerlo el próximo año y correr con todos los gastos de la fiesta.
Cabe mencionar que en carnavales se consume abundante chicha, pero en los últimos años, la cerveza está desplazando al "vino de los incas".
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